Pedro tiene una nueva hermanita y todo comienza a cambiar. Han pintado su cuna y su silla de comer de rosado y ahora amenazan con pintar de rosado su preciosa silla. Pedro no aguanta más! Toma su silla, su perro y la foto de cuando era bebé y se va de casa. Pero entonces descubre algo que le sorprenderá . . .

"Es difícil imaginarse a un niño más encantador o real que Pedro".--Library Journal